martes, agosto 29, 2006

R.W. Fassbinder Querelle & Lola (shorts)















martes, agosto 22, 2006

Un viaje a una boda en una pequeña ciudad

Corren los vientos de Agosto, la suave bruma bordea el altiplano cundiboyacense, en la carretera unos pocos caminan, a lo lejos se divisan algunas vallas publicitarias, que incitan al espectador a visitar un pequeño pueblito en Boyacá, hace un poco de frío y en la carretera muchos viajeros conducen sus carros, repletos de maletas, comida y más gente sin faltar las adorables mascotas.

Bajo esa ambiente, me dirigía camino hacia mi ciudad natal, leí algo de una Gatopardo, y otro poco de Música para Camaleones de mi querido Truman, la radio daba un toque kitsch al cuadro, nada menos que unos juglares del siglo XX, pregonando cantatas de navidades y festividades próximas a venir. En la carretera observaba plácidamente los postes de la energía eléctrica y el suave movimiento de las hojas de los arboles que rodean la carretera, luego de cinco horas de ese recorrido que comenzó en Bogotá y terminó en la terminal terrestre de Sogamoso, recojo mi equipaje y tomo un taxi que me lleva a mi hogar materno, al llegar me encuentro con mi Madre, que se acaba de bajar de otro taxi, nos saludamos y corremos a alistarnos para lo que sería la boda de mi segunda hermana.

Desempaque mi ropa y alisté lo necesario para la ocasión, zapatos negros, pantalón negro, camisa negra, los infaltables CK y un hermoso suéter de Cashmere, que hacían una combinación perfecta, sin contar con unos vistosos calcetines fucsias, que serían presa de distintas observaciones alrededor de estos dos días. No teníamos mucho tiempo así que me arregle tan pronto como pude cosa casi imposible para mi, pero lo logré y en menos de una hora lucia un bello atuendo negro muy fashion, muy sexy y very polite (a excepción de mis espléndidos calcetines fucsias).

La iglesia decorada de una manera muy sencilla, era el lugar perfecto para resaltar el hermoso vestido de la novia que consistía en un casual remake de Audrey Hepburn en Breakfast at Tiffany's, un hermoso traje blanco, con una larga cola, guantes blancos decorados con pequeños brillantes y en la cabeza, una hermosa coronita plateada que era el detalle más hermoso del atuendo, el novio con su tradicional traje negro con camisa blanca, y las pajecitas, con hermosos vestidos blancos, mi madre lucía un vestido negro con una blusa azul marino de fondo unos pequeños decorados brillantes que resaltaban su cuello y sus zapatos eran el encanto que encajaba perfectamente con su atuendo, mi hermana Sandra lucía un bello traje rojo, que hacia de ella una maja sensual y muy vistosa justo en la noche que era también su cumpleaños, el tiempo paso a prisa y la ceremonia acabó tan pronto que salimos de la iglesia, y me subí al pequeño automóvil de mi hermano, un singular Renault 4, de color rojo decorado, con calcomanías de diversas marcas de ropa, un objeto de deseo para coleccionistas de lo kitsch.

Al llegar a la recepción nos reciben con un trago de Whisky y comienza un ajetreo de miradas y sensaciones, que hacen de la noche, un tiempo inolvidable para la memoria de muchos, el salón decorado de color naranja, con gerberas de los más bellos tonos que complacían la vista y el tacto; un hermoso detalle que se le ocurrió a mi querido cuñado, que por cierto es el hombre romántico y detallista que mas de un@ deseamos. Por fin llegan los novios y comienza el festín, que inicia con un Vals de Strauss pero con una extraña versión y termina en un recorrido musical por el folclor de nuestro país. Allí sentados en la mesa, mis hermanos, mis padres y la inseparable amiga de mi mamá y su tímido hijo, conversamos plácidamente, la noche todavía es joven, mi hermana se place bebiendo pequeños sorbos de Jerez que es su vino favorito (algo que no sabía hasta entonces) y la noche comienza a tomar forma, los novios saludan cada una de las mesas reparten sonrisas al publico y al fotógrafo que no para de seguirlos. Luego es momento de las palabras, tanto de mis padres como de los padres de mi cuñado, mi Padre ofrece un brindis y luego se abre el bufete, deleitando cada uno de nuestros paladares.

Luego entre risas y cuchicheos, comienzan a apagarse las luces es momento para el baile, en el que se confabulan los ritmos tropicales y una extraña mezcla de folclor, es hora de mirar algunos traseros contonearse al ritmo de la música y debo decir que hubo uno que me tuvo la mirada atenta por mucho tiempo, el Whisky, no me faltará en toda la noche y será mi cómplice en cada una de mis observaciones, tanta gente reunida, tantos cuerpos desfilando por la pista de baile, tantos rostros, de diversas regiones del país eran un encanto visual, pero claro está también fui víctima de los llamados "fashion emergency" que no se hicieron pasar por alto ante mis ojos, pero que prefiero olvidarlos para no cambiar la provocativa y un tanto esnobista narración.

Luego baile con una de las chicas físicamente más hermosas del salón lucia un vestido verde oscuro, que hacía juego con su tono de piel. su hermoso cabello rubio perfectamente alisado, que junto a su mirada, un tanto pícara un tanto infantil, la convertían en presa fácil para establecer una conversación que se convirtió en un monólogo en medio de una pieza de baile, y así llegué a su mesa, le pedí su mano de la manera más educada, bailamos; creo que ella me dijo un par de lineas acerca de su vida en esta pequeña ciudad, yo en cambio le hable de mi pasión por el Cine, Literatura, y Arte, en tan poco tiempo, observé como sus ojos de abrían tan sorprendentemente que pensé que su cerebro iba a estallar de excesiva información, luego la llevé a su mesa, y me despedí así sin mas. Luego me enteré que aquella chica fue reina de Sogamoso y que junto con su novio fueron padrinos de boda del hermano de mi nuevo cuñado.

La pista de baile, estaba al máximo, luego mi hermana Sandra y yo bailamos frenéticamente al punto que ella, como una pequeña chiquilla, se despojó de sus sandalias y bailo descalza, eso solo me hizo recordar a mi adorada Marilyn en sus bailes en el Morroco Club de NYC. Así la noche comenzaba a decaer, los invitados poco a poco abandonaban el salón, en medio de la soledad recordé a mi ser amado, le envié un mensaje de texto, bebí el ultimo vaso de whisky y a la media hora partimos junto con el resto de mi familia al dulce hogar, que me esperaba con una cama perfecta para descansar luego de tan agitado día.

Al día siguiente el sol brillaba y la familia de mi cuñado nos invito a un asado, llegamos en el Renault rojo, y allí en medio de la calle del barrio, recordé las suculentas delicias de la gastronomía boyacense, bebimos un par de cervezas, el ambiente era muy parecido al de una cena familiar en Roma o Amarcord ambas de Fellini, en ese momento me sentí preso de miradas observadoras, que de extraña manera trataban de entender todos, mis modales, gestos y poses típicos de un ser como yo.

Lo mejor fue al pasar de una manera descarada, frente al chico que la noche anterior, me complació con el contoneo de su trasero y así culmino aquel almuerzo, volvimos nuevamente a casa y en ese momento me sumergí de nuevo en la literatura. Creo que lo mejor de estar en Sogamoso, es poder tener la privacidad y el espacio para poder concentrarse en un libro, sin carros pasar, sin la internet como instrumento de distracción entre otros, que hacen de la ciudad un paraíso del cual no quiero escapar.

Llego de nuevo la hora de partir y al abrir los ojos y observar el color de la habitación en la madrugada, solo pude pensar en una escena interior de Boogie Nights, entendí porque los terracotas, junto a la madera provocan una sensación lújubre-placentera en nuestros ojos y me levanté para comenzar el regreso a la ciudad; de nuevo arboles, niebla y carretera fueron los ingredientes de una mañana de un martes de agosto.

miércoles, agosto 09, 2006

Video Premiere Rudebox RW

martes, agosto 08, 2006

Rudebox by Robbie Williams


Escuchalo y Miralo en Rudebox '74 o RW
Lanzamiento oficial Sept. 4/06.

viernes, agosto 04, 2006

London

We came from the far North
summered in Crimea
deserted the armed forces
had to disappe
ar
made it to the free West
on a chartered flight
so we could see what
we trained to fight


We were in London
“Let’s do it - let’s break the law!”
We were in London
Tell it like it is
We were in London

Tell it like it is

Looking for hard work
or credit card fraud
What do you expect from us?
We come from abroad
to get ourselves a new job
on a building-site
They work you so hard
but we trained to fight

We were in London
“Let’s do it - let’s break the law!”
We were in London
Tell it like it is
We were in London
“Let’s do it - let’s break the law!”
We were in London
Tell it like it is

My father fought in Afghanistan
His widow’s pension ain’t worth a damn
My mother works and goes home to cry
I want to live before I die

We were in London
“Let’s do it - let’s break the law!”
We were in London
Tell it like it is
We were in London
Tell it like it is

Lyrics and music by Pet Shop Boys.
Images by Corbis.