Vistiendo la herramienta favorita

Así como al magnate Howard Hughes se preocupó por cómo lucían los pechos de Jane Russel y encargó el diseño de un brasier que destacara sus atributos femeninos en la pantalla, me pregunto qué hubiera sido de Calvin Klein en los años ochenta si Bruce Weber no hubiese inmortalizado a esos modelos masculinos envueltos únicamente en diminutas prendas interiores, o incluso en lo que hubiera hecho Versace sin sus influencias grecorromanas para crear los característicos monogramas en los elásticos de su línea de ropa interior para hombres.

Todo lo anterior sólo destaca la importancia que han tenido los calzoncillos en la historia contemporánea de la moda y en la incitación del deseo femenino y homosexual por contemplar un erótico desnudo masculino.

Todo comienza a partir de 1935 en Chicago, cuando el Sr. Arthur Kneibler, inspirado en una postal francesa, crea el clásico y mítico Jockey con la “y” invertida para el alivio de muchos hombres cansados de usar esos incómodos vestidos de cuerpo completo que más que unos interiores parecían un ridículo mameluco de bebé.

Con el pasar de las décadas hemos evolucionado a un sin fin de opciones para envolver nuestro juguete favorito, y es que hoy en día es tan importante estar bien vestido por dentro como afuera ya que no hay algo más desastroso en la intimidad que una sorpresa poco agradable a los ojos de su pareja, que seguramente crearía una salida de emergencia muy al estilo de Samantha Jones. Por eso es importante escoger muy bien los calzones adecuados y no sólo por un aspecto meramente estético, también por comodidad y salud de nuestro paquete.

En nuestro país, a partir de la década de los 90’s, se popularizó el famoso boxer que debe su nombre a la prenda que usan los boxeadores en sus encuentros pero que con su difusión y popularidad ha sufrido una serie de mutaciones en el diseño: desde colores estridentes como verdes y naranjas fluorescentes, pasando por figuras graciosas como elefantes, Mickey Mouse o Bob Esponja, hasta frases cómicas de doble sentido como la frase impresa a un costado de la prenda y en letras rojas “A todas las dejo ARDIDAS”, en clara parodia a la marca Adidas.

Para no dar más antecedentes sobre la historia, evolución y mutación de esta prenda, aconsejo volver a lo básico. Personalmente prefiero los interiores clásicos o boxers en color blanco ó negro de fibras naturales como algodón, para que pueda “respirar” el Sr. Alargado y sus redondos compañeros de aventura. Les aseguro que tendrán mucho más éxito en las lides amatorias y sus parejas fantasearán con sus partes nobles envueltas en estos sencillos pero incitantes colores.

Es muy seguro que de esta forma harán que las mujeres los recuerden al mirar la infinidad de cadenas de correo electrónico de guapos y dotados modelos en ajustadas prendas de ese estilo.

Sin embargo, el mejor consejo para este particular caso es, "de la moda, lo que te acomoda... el paquete".

Pdta: Los dejo con este vídeo de la historia del "Jockey" muy interesante.